En IBEE tenemos grandes planes para que nuestra institución se mantenga entre las de más alto nivel de Excelencia Educativa.
Es una meta enorme, audaz y quizá abrumadora ¿verdad?
Ahora bien, ¿Cómo empezamos a trabajar para empezar a movernos hacia algo como esto?
También tenemos planes para otros proyectos, explorar nuevas opciones… Es difícil mantener el rumbo.
¿Cómo asignamos prioridades cuando todas las metas son emocionantes y al mismo tiempo tan grandes?
¿Esto te suena familiar? Imagínate cómo sería tener un método para lograr los objetivos planteados, sin importar el tamaño, y sin desviarte del camino.
Actualmente, nuestra solución es enfocarnos en OKRs, un método riguroso para plantear objetivos y monitorear su progreso, que ha tenido un gran impacto en nuestra concentración, emoción y resultados.
Las razones por las cuales utilizamos OKRs:
Experimentamos con varios estilos diferentes de trabajo para poder encontrar una manera en que todos trabajemos mejor y lo más contentos posible.
A medida que fuimos creciendo (y también nuestros sueños), nos dimos cuenta de que un sistema podría ayudarnos a ponernos de acuerdo con respecto de las metas más ambiciosas que queríamos para la organización.