La norma contiene directrices para abordar el soborno por parte de los funcionarios de la organización a organizaciones privadas o del sector público, que es lo que conocemos como soborno activo. Pero también se enfoca en el soborno pasivo, que es aquel que proviene de otra organización, y en el que la receptora de la prebenda o el beneficio es la organización o algún empleado de ella.
ISO define el soborno como la oferta, promesa, entrega, aceptación o solicitud de dinero, un beneficio, una prebenda, un incentivo o cualquier acción o bien material que represente un valor monetario, en forma directa o indirecta, para que una organización o un empleado de esa organización, actúe o se abstenga de actuar de una determinada forma dentro de una negociación comercial.