Se acelera el cierre de Sucursales Bancarias

COVID-19 – Se acelera el cierre de Sucursales Bancarias

A medida que COVID-19 cambia drásticamente el deseo y la voluntad de los consumidores de tener interacciones en persona, puede acelerar a un cambio permanente en la forma en que las personas acceden a los servicios financieros.

La pandemia representa una circunstancia única en la que las personas pueden ser reacias o no poder realizar negocios cara a cara. Por lo tanto, los consumidores tienen un mayor interés en las opciones de banca móvil o en línea y, de esta manera, los bancos están más inclinados a ofrecer estos servicios.

Esto está en línea con las tendencias de los últimos años, donde los consumidores informan cada vez más de un mayor uso de los servicios bancarios en línea o móviles y los bancos han cerrado sucursales de manera constante. Debido a las características de COVID-19, se estima que esta tendencia puede ser aún más pronunciada porque tanto las Entidades Financieras y Bancarias como los consumidores tienen más incentivos para adoptar servicios bancarios en línea o móviles.

Esto podría llevar a un mayor número de cierres de sucursales bancarias y una desviación de las prácticas bancarias prepandémicas, lo que podría afectar el acceso de los consumidores a los servicios financieros.

Aunque actualmente no hay datos de encuestas que pregunten sobre el uso bancario de los consumidores durante COVID-19 y, por lo tanto, no hay información que pueda confirmar aumentos en el uso de la banca móvil o en línea durante COVID-19, los datos de SNL Branch Analytics brindan información actual sobre cierres de sucursales a través de COVID-19.

En USA las sucursales bancarias han cerrado a tasas elevadas durante la crisis del COVID-19.

En primer lugar, el número total de sucursales cerradas en 2020 supera tanto el número de sucursales cerradas durante la recesión más reciente como el número de sucursales cerradas en cualquier año entre 2011-2019.

Un poco menos de 3.700 sucursales cerraron sus puertas en 2020 en comparación con unas 3.000 en los últimos años con el siguiente número más alto de cierres (2009 y 2017).

Los cierres de 2020 muestran una tendencia similar a años anteriores hasta finales del verano, seguidos de un gran salto en los cierres a partir de octubre de 2020 y hasta al menos junio de 2021.

Los cierres de sucursales bancarias durante la pandemia se han concentrado en áreas metropolitanas, continuando una tendencia similar en años anteriores.

A fines de 2019, el 80% de las sucursales estaban ubicadas en áreas metropolitanas, pero durante la crisis del COVID-19, el 87% de los cierres de sucursales ocurrieron en áreas metropolitanas. La concentración de cierres en áreas metropolitanas fue particularmente pronunciada en 2020.

Una métrica adicional para considerar el efecto de los cierres de sucursales es si hay sucursales adicionales cercanas dentro de un radio de 15 kilómetros.

En general, los resultados muestran que una gran mayoría (78%) de los cierres de sucursales tenían otra sucursal a menos de 700 metros del cierre. Al aumentar la distancia a más de 1 km, la gran mayoría (90%) de las ubicaciones de cierre de sucursales tenían una sucursal dentro de esta distancia.

En los últimos años, los grupos comunitarios y defensores de los consumidores han expresado su preocupación sobre el efecto del cierre de sucursales en el acceso a los servicios financieros, particularmente en áreas desatendidas como comunidades minoritarias, de bajos ingresos o rurales.

Junto con el número récord de cierres durante la crisis de COVID-19, hace que sea importante considerar cómo estos cambios pueden afectar el acceso a los servicios financieros en el futuro.

Si bien la banca en línea se ha vuelto más frecuente para la población en general, las tasas de uso siguen siendo bajas para algunos grupos, como los que viven fuera de las áreas metropolitanas o los de 65 años o más.

Mientras que la mayoría de los hogares informan haber visitado una sucursal con poca frecuencia en el último año, estos mismos grupos tienen más probabilidades de reportar visitas frecuentes a las sucursales bancarias (diez o más veces en el último año). Esto sugiere que algunos grupos aún valoran mucho la sucursal bancaria y deben tenerse en cuenta al evaluar el efecto de los cierres de sucursales.

El cierre de sucursales tiene un efecto negativo en la oferta de crédito local cuando los préstamos requieren mucha información y las relaciones específicas de los prestamistas son difíciles de reemplazar. También muestran que aquellos que reciben un préstamo de una sucursal bancaria local tienen significativamente menos probabilidades de incurrir en morosidad o incumplimiento que otros prestatarios bancarios o no bancarios.

España tiene un tercio menos de oficinas bancarias que en 2015. Más de la mitad de los municipios se han quedado sin sucursales bancarias, sobre todo en las áreas rurales, pero también en las urbanas. Hay 1,51 millones de personas viviendo en 4.425 municipios en los que no existe ninguna sucursal bancaria. El adiós a la atención humana genera grandes problemas en la gestión del dinero en las personas de la tercera edad. Solo uno de cada cuatro personas de más de 74 años usa la banca electrónica a diario, según una encuesta publicada por el INE.

En Argentina la Asociación Bancaria (AB) realizó una huelga nacional por la intención de una entidad española en cerrar 98 sucursales de las 404 que tiene el banco en el país.

Fuente: Kreiss, Kimberly M. (2021)

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