Las nuevas regulaciones se extenderán, además del plan existentes contra el lavado de dinero que se aplica a los servicios financieros, a todo el mercado de las criptomonedas.
Las normativas exigirán que, todos los proveedores de servicios de criptomonedas, verifiquen la identidad de quienes envían y reciben transacciones.
Las carteras anónimas de criptoactivos estarán prohibidas, según las nuevas normativas, que también prohíbe los pagos en efectivo de más de 10.000 euros.
Esto permitirá verificar la identidad de quién envía y quién recibe, rastreando todas la operaciones inusuales y sospechosas, alineando el sector de las criptomonedas con el resto de la industria bancaria y financiera.
Maireád McGuinness menciono, además: “Misma actividad, mismo riesgo, mismas reglas. No deberíamos permitir que aquellos que son criminales en el peor nivel se vuelvan ricos y acumulen su riqueza en nuestro sistema financiero.”
Las nuevas iniciativas establecerían un endurecimiento contra la lucha del blanqueo de capitales, que supervisaría directamente las instituciones bancarias y financieras.
Esta adecuación de las normativas de la Unión Europea alinearía a los estados miembros entre sí y garantizaría que los delincuentes no puedan comprar entre los estados miembros para encontrar áreas donde puedan destinar sus fondos.
Las monedas virtuales son la ola del futuro para los sistemas de pago y proporcionan una nueva y poderosa herramienta para que los delincuentes almacenen y transaccionen con fondos ilícitos, fuera del alcance de las fuerzas del orden y otras autoridades.
Se viene también una ola de regulaciones y recomendaciones de los entes de contralor en Latinoamérica.
Los sujetos obligados ya deberían estar trabajando en adecuar sus políticas, procesos, estrategias, metodologías y procesos para actualizar y renovar su lucha contra el lavado de dinero ante esta nueva forma de blanqueo de actividades ilícitas.